14 noviembre 2008

Concierto de Nick Lowe en el Kursaal



Luminoso clasicismo

Fecha y lugar. 12/11/08. Sala de Cámara del Kursaal. Donostia. Intérpretes. Robert Trehem (batería), Matt Radford (bajo), Jonathan Scott Lead (guitarra eléctrica), Geraint Watkins (teclado) y Nick Lowe (guitarra acústica y voz).

A finales de los 70 un joven llamado Nicholas Drain Lowe se convertía en icono visible de la new wave , aquella nueva ola que alumbró un pop-rock irreverente cuyas influencias subyacen aún hoy en no pocos grupos. Sin embargo, hace tiempo que el veterano Nick Lowe parece más cómodo en otro tipo de sonoridades enraizadas en la primigenia música estadounidense. Una evolución que puede parecer un tanto extraña pero que resulta francamente interesante.
El miércoles realizó su primera visita a Donostia para actuar en la Sala de Cámara del Kursaal ante una audiencia entusiasmada que -se notaba en el ambiente- llevaba tiempo esperando ese momento. El británico de canosa cabellera inauguró la velada en solitario cantando la alegre People Change , uno de los temas de su último álbum At my age (2007), con la única compañía de su guitarra acústica. Tras un breve set interpretado en clave íntima hizo subir a la banda y la fiesta sureña comenzó con Without Love , una canción que escribió a finales de los 70 y que más de una vez entonó la grave voz de Johnny Cash, con cuya hijastra Carlene Carter estuvo casado Lowe. Todo queda en casa.
Desde la publicación de The Impossible Bird (1994), y al margen de la conexión -familiar y musical- con El Hombre de Negro , las referencias más claras para este intérprete las constituyen el country, el folk y el rockabilly. Aunque es cierto que nunca ha dejado de mostrar su querencia por el pop y el rock, el show de Donostia tuvo un carácter más sosegado, centrado en los éxitos de la última década.
Así, sonaron Lately I'Ve Let Things Slide , Has She Got a Friend , You Inspire Me yI Live On A Battlefield , temas extraídos de discos como The Convincers (2001), Dig My Mood (1997) y del citado The Impossible Bird . De su último trabajo repasó los medios tiempos I Trained Her To Love Me y Long Limbed Girl , y las irresistibles baladas Rome Wasn't Built in a Day y Hope For Us All , en las que se echaron de menos los arreglos de viento pero no faltaron los coros del engrasado combo del inglés, que también transitó por la vereda del rhythm & blues y del soul gracias a su estupenda y evocadora voz.
Y no se dejó en el tintero su mayor éxito, Cruel to Be Kind , el single incluido en su célebre Labour of Lust (1979). Fue, en cualquier caso, una de las escasas concesiones al pasado de un músico amable y sonriente que, pese a la evolución estilística de su obra, dice estar haciendo lo mismo que hace 30 años. "Lo único que ha ocurrido es que con el tiempo te haces mejor músico, compones canciones más sencillas, porque cuando eres joven es difícil expresar algo haciendo cosas simples", sostiene.
Ya lo saben. Menos es más. También para un artista que a los 59 años parece huir de la transgresión, no necesita vivir de rentas ni exhibe la ridícula madurez de algunos de sus contemporáneos. Lejos de buscar nuevos caminos, la coherente música del Nick Lowe del siglo XXI rezuma clasicismo. Luminoso y bello clasicismo.

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